Páginas

22 feb 2023

La saga continúa

 Sin saber cómo ni por qué, de repente me vi rodeada por la oscuridad, una oscuridad que ni en Crow Land había visto antes. “¿Dónde estoy?” Me pregunté a mí misma.

No me encontraba en la plácida cama de sábanas blancas que Karen había preparado para mí y tampoco conocía ese lugar. Todo estaba oscuro, lleno de niebla, solo podía apreciar las sombras de unos grandes árboles que me rodeaban y unos sonidos extraños a lo lejos que se escuchaban por todas partes.

Comencé a andar a ciegas con los brazos en alto para no chocarme con nada y aprecié que el bosque se había quedado en silencio cuando mis pies se pusieron en marcha. Hacía frío y mi cuerpo comenzó a sentir un extraño cansancio que jamás en mi corta vida había notado. Estuve más de la cuenta andando sin ver absolutamente nada, pero sí apreciando un olor desagradable y nauseabundo que me hizo toser en varias ocasiones.

“¿Quién anda ahí?” Grité al escuchar que algo o alguien me seguía, alguien que iba a toda velocidad hacia mí, jadeando como una bestia. Me asusté y comencé a correr sin rumbo, sin ver donde pisaban mis pies. El miedo se apoderó tanto de mi cuerpo que comencé a temblar y a tambalearme, eso causó que me cayera en un hueco producido por unas raíces que se habían abierto camino desde lo más profundo de la tierra.