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13 jun 2021

 Cuando volví a posar la mirada en la lucha, los Certiberes, con esas grandes alas que poseían, ya se encontraban pelando contralos Infernal Legion. Entregando sus vidas por defender un mundo que ni siquiera era el suyo, un mundo el cual su gobernante era el demonio más traidor y despreciable que existía, Aamon.

Me entristeció el pensar que esas hermosas criaturas podían morir por una causa insignificante como era el defender el reinado de un mundo. Pero me alegré de tener a esos seres tan poderosos protegiéndome.

En cuestión de milésimas de segundos, en el terreno de batalla se formó un gran revuelo que dejé inmediatamente de seguir al ver,como la imagen se me iba haciendo cada vez más difícil de distinguir, ya no podía ver quién era, o quien no era de los nuestros, y mi


corazón no podía soportar más dolor.

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